Con este título, imagino que ya os podéis hacer una pequeña idea de la temática que he decidido tratar en este artículo. Y más aún si habéis tenido oportunidad de ver los Juegos Olímpicos, que se están disputando en Tokio entre esta semana y la siguiente.
Si los estáis siguiendo, habréis visto cómo las exigencias de ser una medallista olímpica – Simone Biles ( medallista olímpica experta en gimnasia artística) – la han llevado a tomar la complicada decisión tener que dejar de competir con tan sólo 24 años.
Y no sólo hablo de exigencia física que por supuesto también existe y en su caso al tratarse de un nivel de competición máximo es muy alta, sino que me refiero también a la excelencia que se les exige. Esa que a veces a “Grandes deportistas “ al que lo ve desde fuera se les olvida y se nos olvida que, a pesar del renombre y la medalla que pueda tener una deportista como ella, también es humana y que como cualquiera de nosotros /as podemos tener un mal día porque la vida “No es perfecta y va cambiando su forma según las circunstancias y la manera de verlas “ .
Por ello , hoy aprovecho la situación vivida por la estadounidense para pedirte un favor y si lo cumples te prometo que serás mucho más feliz y vivirás con más tranquilidad la vida y tu mente será más estable y tendrás el equilibrio que tu mente , corazón y cuerpo merecéis : se autoexigente contigo mismo o misma, pero lo justo para que esa autoexigencia no llegue nunca a ser dañina.
Me ha encantado tu artículo Natalia!! no se que gran conexión tenemos que siempre tus reflexiones me llegan en el momento personal que más lo necesito.
Gracias siempre por compartir!!
Un gran abrazo!!
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