¿Nos vamos de fiesta ?

Estamos en época veraniega y lo que más apetece es salir a divertirse o mejor dicho: salir de parranda, marcha o cachondeo. ¿Pero qué representa salir cuando te desplazas en  silla de ruedas? La verdad es que me divierto igual que el resto de personas que no están en sillas de ruedas.

Solamente hace falta encontrar a “colegas “dispuestos a divertirse tanto como yo y alguien dispuesto a llevarme al local donde haya quedado con ellos.

Por otro lado, es necesario que el local esté adaptado para que yo pueda acceder a él.

Recuerdo una situación que me provocó muchísima risa.  Fui a un local de Barcelona a celebrar nuestro 18 cumpleaños y al entrar en la discoteca hubo un problema mecánico  con el elevador ese día e aquí la consecuencia  : “me tuvieron que coger con silla incluida y con la ayuda de dos “muchachos fortachones “.

 El resto de amigos y familia presentes en nuestra  fiesta me ayudaron a llegar a la planta de arriba del local. Ya en la planta superior estaba sonando música  “más molona “ para la juventud como nosotros y con la que me moví a su ritmo y bailé tanto sentada moviendo la silla, como de pie con el movimiento de mi “pandero”.

El hecho de que me tuvieran que subir me agradó porque vi gente dispuesta a ayudarme: como esos muchachos fortachones , mis amigos y familia . Un gesto que, personalmente, les agradezco de corazón porque me sentí como ” una reina en ese momento” 

Sin embargo, la situación no fue plato de buen gusto al no disponer el local de otro mecanismo, como por ejemplo un ascenso para subir más fácilmente y sin fastidiar las espaldas a nadie. Eso siempre me resulta muy embarazoso. Me encantaría ser independiente, pero como no puedo darme contra la pared, lo acepto y solo pido que, por favor, intenten ayudar a personas con movilidad incluida a divertirse como todo el mundo.

Pero  eso sí : cuando  estuve situada en esa planta superior de la “disco” solo me centré en disfrutar y que los demás disfrutaran.

Tú también puedes bailar y salir a tú manera. Creo firmemente en que nosotros seamos como seamos y nos movamos como nos movamos, también tenemos derecho a poder bailar a cada uno a nuestra manera  y nos merecemos disfrutar.